Las hay anuales, bienales y vivaces. Entre las vivaces las amapolas orientales (Papaver orientalis) son las más recurridas y de hecho eclipsan a las demás especies, llenando año tras año el vergel de brillantes colores a finales de primavera y el verano.
Es una de esas plantas que sus ejemplares vivaces se gustan de podarles a "ras" del suelo en invierno, lo cual induce un nuevo crecimiento vigoroso. Las amapolas tienen raíces profundas y carnosas; les encanta las exposiciones a pleno sol y los suelos ligeros rehuyendo de la humedad y pueden se presa de los hongos si la exposición no es la adecuada. Aguantan muy bien la sequedad y los terrenos más o menos degradados; son ideales para rocallas.
En cuanto a las variedades vivaces destaca "Goliath", de gran vigor en sus tallos (no suele ser habitual en muchas amapola; tienen tallos débiles y se doblan debido al excesivo pesos de sus cabezas florales) y un rojo espectacular alcanza hasta 1,20 m de altura.
También erecta y de color escarlata tenemos a "Marcus Perry" con 1 m de altura. Otras variedades vigorosas son "Black and White" de 0,7 m, "Glowing Embers" de color anaranjado con 1,10 m, "Midnight" con un impactante rosa-naranja y 0,75m y "Perry White" con sus 0,90 m.
Hay tambien especies más modestas y de flores más pequeñas como P.heldreichii, P.lateritium, P.Pilosum, P.ruprifagum; todas esta tienen en común un abundante follaje basal y un "bloom" de flores simples impresionante.Todas ellas varían en altura entre 0,40-0,70 m.
También las hay enanas como P.alpinum y P.meabeanum.
Su propagación por esquejes de raíz es habitual y debe hacerse en primavera. Salvando algunas especies, propagarlas a partir de semilla es también un sistema seguro.
Las semillas de las amapolas son extraordinariamente pequeñas entre 0,5 y 1 mm, de formas irregulares.
Su extracción es sencilla y limpia; todo comienza con la cosecha, a finales de verano, cuando los pétalos se han caído y el cáliz se ha convertido en una capsula o cestita, a modo de sonajero.Las semillas caerán por la parte superior de la cestillas (por unos agujeritos superiores situados debajo de un tejadillo circular) apenas tocándolas.
Una vez recogidas bastará pasarlas por un tamiz de 2 mm para, de inmediato, dejarlas secar al sol durante unas horas.
Para almacenarlas bastará guardarlas en un tarro de cristal debidamente etiquetado ( variedad, generación, fecha de recogida) con un papel absorbente y guardadas en el frigorífico a 5ºC, y en su defecto en un lugar seco, oscuro y fresco. Si quedaran impurezas junto a la semillas no ha de importarnos, es más, mejoraran la conservación.
Amapolas en flor
Detalle de cestillas seminales secas y con semilla en el interior
Detalle y tamaño de la semilla (0,5-1 mm)