Las semillas son de color negro y tienen un tamaño de unos 2 m/m, estando confinadas en una cápsula redondeada con cuatro lóbulos y cinco la flor central.
En realidad la forma más común, sencilla y segura de propagarla es el esqueje; el semillero requiere bastantes cuidados, recurriendo normalmente a la cama caliente.
La recolección de las semillas es sencilla y limpia, basta esperar a finales de agosto o principios de septiembre, cuando las cápsulas han adquirido un color marrón claro y se encuentran abiertas. Es en este momento cuando hemos de cosecharlas; apenas tocarlas observaremos que se mueven en el interior de la cápsula. Si las cosechamos en este instante será suficiente con agitarlas encima de un papel de periódico, dejarlas secar y almacenarlas en un tarro de cristal debidamente etiquetado(variedad, generación, fecha recogida) con un papel absorbente en el frigorífico a 5ºC, y en su defecto en un lugar seco,oscuro y fresco.
A parte de sus usos medicinales, en horticultura se presenta como una buena planta del borde externo de nuestro macizo de flora auxiliar, debido a su tamaño medio-bajo y frondosidad.
Pero sin lugar a dudas es una planta imprescindible(en vivo) por su capacidad de repeler gran cantidad de insectos ayudándonos a protegernos contra plagas ( babosas, moscas parásitas etc.)
Ruda en flor
Planta de ruda sin flor, solo follaje
Cápsulas con semillas listas para la cosecha
Diferencia entre cápsulas maduras e inmaduras
Detalle y tamaño de la semilla